PROSPERIDAD

PROSPERIDAD

La conciencia de prosperidad es una guía para el descubrimiento propio como un ser ilimitado con un potencial ilimitado de prosperar en el mundo. Las ideas de prosperidad te mostrarán la fuente de las riquezas del mundo dentro de tu propia conciencia, tu conciencia de prosperidad. Con estas ideas puedes crear para ti mismo y para otros éxito financiero, realización personal y paz mental.

La conciencia de prosperidad es una inversión en vuestro propio valor. Es una oportunidad de jugar con dinero real en el juego verdadero del dinero, involucrando verdadera creatividad, sentimientos reales, verdadera generosidad y comunicación real con gente real. Es una demostración funcional de nuestra capacidad ilimitada de prosperar, determinada solamente por nuestra voluntad y disposición de servir y nuestra apertura a dar y a recibir.

La conciencia de prosperidad es el conocimiento más valioso que existe en el ámbito del negocio y las finanzas. Este conocimiento provee una fundación para el éxito en cualquier clase de negocio.
Es importante recordar que el juego del dinero es un juego que no debe tomarse en serio. La gente en nuestra sociedad tiende a tomar el dinero demasiado seriamente. Se necesita un sentido del humor cuando se discuten asuntos financieros. Es muy importante poder perder dinero con gracia y experimentar tanto el fracaso como el éxito sin perder nuestra humanidad. Toda la gente rica que conocemos han aprendido a través de muchas experiencias.
"Donde yo nací nunca se hablaba de dinero...Nunca había suficiente como para hablar de él"

Conciencia de prosperidad es nuestro natural estado de unidad con nuestro espíritu, naturaleza, humanidad y nuestro ser interior. Consiste en saber que las riquezas abundantes del universo están ahí para ser utilizadas por nosotros con amor, para expresar en forma creativa nuestra divinidad en el mundo.
Una palabra de ánimo: sólo tenemos que aprender conciencia de prosperidad una vez. 

Una vez aprendida, siempre la tenemos y la llevamos con nosotros y la podemos convertir en dinero cualquier momento que lo deseemos.

La conciencia de pobreza es el temor a la escasez y la negación del propio valor. Es la desconfianza y la falta de fe en la abundancia natural de la vida y la ignorancia del potencial creativo. Es una enfermedad socialmente reforzada que hasta puede afligir a gente con mucho dinero.

Trabajar solo por dinero, sin disfrutar de la realización del trabajo mismo, es una expresión de conciencia de pobreza, de miedo y de duda. Nunca puede haber suficiente ya que ninguna cantidad de dinero puede jamás compensar por la falta de realización en
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el trabajo en sí. Sin la alegría de vivir mismo, el gastar dinero se convierte en un trabajo sin alegría.

La esclavitud al dinero es mantenida por la creencia de que la gente es básicamente perezosa y no trabajan a no ser que se sientan presionados por el temor a la pobreza. La gente permanece en trabajos sofocantes y no creativos debido a la creencia de que ello es necesario para la supervivencia. Temen que el realizar el trabajo de propia elección implicaría el sacrificio de la compensación financiera. Esta creencia de pobreza, en sus mentes y en la de otros, es la única razón por la que experimentan esto de esta manera. De hecho, una vez que estamos sintonizados con nuestra verdadera naturaleza, experimentamos placer al trabajar como una expresión exterior de nuestro ser y amamos lo que hacemos.

La verdad es que cuando elegimos un trabajo que requiere nuestra creatividad e intereses trabajamos para disfrutar de lo que hacemos. Tenemos entonces acceso a enormes fuentes de entusiasmo y energía que nos lleva a crear éxito financiero, así como también mayor salud y felicidad. Cuando nos expresamos a través de nuestro trabajo producimos algo de real valor para compartir con otros, que vale mucho más que los productos de gente resentida con conciencia de pobreza. Merecemos ser prósperos por realizar nuestro verdadero trabajo.

"Lo que este país necesita no es más dinero...sino más gente que tiene algo de dinero.
El dinero no siempre trae la felicidad: un hombre con diez millones no es más feliz que otro con nueve millones."

Santi Aldekoa