jueves, 25 de septiembre de 2014

LIMITACIÓN Y CREENCIA



LIMITACIÓN Y CREENCIA


Somos en esencia seres espirituales ilimitados, pero aun así nuestra experiencia en este mundo muy a menudo es una delimitación. Muchas veces vivimos en un mundo ilusorio de aislamiento y escasez, viviendo una vida delimitada por las expectaciones y las ideas limitadas de otros. Ignoramos los dones especiales que tenemos para compartir con el mundo y nuestras oportunidades especiales para crecer y aprender en las situaciones particulares que se nos presentan en la vida.

Estas experiencias de limitación son reflejos de nuestras creencias y decisiones básicas acerca de nosotros y de nuestro universo, actitudes formadas y derivadas de experiencias tales como los nacimientos traumáticos de hospital, la desaprobación paternal y los condicionamientos y expectaciones sociales. Estas creencias y actitudes marcan e influencian nuestros pensamientos nuestros sentimientos y acciones, creando así nuestra experiencia de la realidad, la que luego utilizamos para justificar nuestras creencias. Por ejemplo: "yo sé que soy una persona pobre porque no tengo dinero".

Podemos pensar que nuestra creencia de que el mundo es un lugar hostil y falto de amor es causado por la falta de ayuda y de comprensión de otra gente hacia nosotros, pero de hecho, lo contrario es más a menudo la verdad.

Existen muchas creencias limitantes y limitadas que pueden reforzar nuestra conciencia de pobreza. Alguna gente siente que el dinero es malvado, que los objetos materiales son corruptores de la moral y que carecen de espiritualidad. Mucha gente tiene tan baja estima de sí misma, tanta culpa y odio de su propia persona, que sienten que no merecen prosperidad. Otros temen que si llega a tener demasiado éxito no serán queridos, debido a que esa fue la experiencia que tuvieron con sus padres. Los niños muy frecuentemente son castigados por ser creativos y expresar su libertad. A pesar de la libertad garantizada por la constitución de los países, mucha gente emocionalmente siente que la libertad es peligrosa por la forma en que fueron tratados por sus padres. Esta asociación emocional es orientada hacia sus finanzas personal, así como también hacia su visión de la economía. Con muchísima frecuencia la gente fracasa como expresión de enojo o resentimiento o como una manera de pedir ayuda y sostén. Podemos seguramente agregar nuestros propios ejemplos derivados de nuestra propia experiencia.

Por más limitadas que hayan sido nuestras creencias y pautas de conducta en el pasado, tenemos el poder de elección en el presente. Cambiando nuestras creencias y decisiones cambiamos nuestra realidad. Cambiando nuestras acciones, damos expresión práctica a nuestra nueva conciencia. Al realizar este curso estamos haciendo una poderosa elección y decisión de cambiar hacia una conciencia de prosperidad.

"El dinero no es la razón, de todo mal...
La falta de dinero lo es"
"El dinero no puede comprarlo todo... La pobreza por ejemplo"             

Santi Aldekoa

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