LA LEY DE GASTAR

LA LEY DE GASTAR

En la ley de gastar la producción incremente la cantidad y la calidad de la riqueza personal. 

El sistema monetario fue inventado para hacer que el procedimiento de intercambiar ideas, bienes y servicios fuera más conveniente. El dinero existe, en primer lugar, para el propósito de gastarlo.
El dinero de por si es una pura abstracción hasta el momento en que es gastado.
El dinero carece totalmente de valor a no ser que se tenga plena fe y confianza en que la otra persona nos dará su comida, albergue, ideas, productos o servicios a cambio de él. 
Es también posible intercambiar directamente los productos personales sin mediación del dinero.
Esto es saludable y funciona mejor que le intercambio de dinero cuando no hay una abundancia de él. El sistema monetario fue inventado cuando un grupo de gente creó la idea del dinero, concordaron entre si acerca de cómo utilizarlo y para qué utilizarlo, produjeron la moneda o el papel impreso y lo pusieron en circulación.
 La distribución y la redistribución del dinero es un gran problema en una economía compleja.

Ya que la persona que recibe el dinero que uno gasta está haciendo una ganancia, si uno se pone en el lugar de ellos mediante el dominio de la conciencia mercantil, puede uno así convertir todos los gastos en ganancias.

LA NEGOCIACIÓN: Aprender el arte de negociar a través de la experiencia es la esencia del juego del dinero. Negociar es un aspecto esencial de la comunicación humana. Desde que el juego del dinero es el juego más popular que hay y que la gente utiliza la mayor parte de su tiempo jugándolo, tiene sentido el aprender a negociar adecuadamente y dominar este arte.

La negociación parece hacer sentir a mucha gente muy incómoda. Por lo tanto ayuda reconocer esto y decir la verdad acerca de cada uno de los sentimientos incómodos. Estos sentimientos de incomodidad son los que han inhibido y limitado vuestro éxito financiero toda vuestra vida hasta este preciso momento. De manera que podéis tomar todo el tiempo que queráis en este preciso momento para verbalizarlos, discutirlos y dejarlos partir.


“La afluencia es el estado en el cual alguien se queja de la calidad de champagne”

“Prosperidad es cuando no nos preguntamos de dónde vendrá nuestra próxima peseta, sino a dónde ha ido”

Santiago Aldekoa