martes, 26 de agosto de 2014

EL TIEMPO NO NOS DEJA TIEMPO

EL TIEMPO NO NOS DEJA TIEMPO


Hoy vivimos tan deprisa que necesitamos comprar tiempo, nos falta tiempo para todo. Por otro lado si estamos en el paro nos sobra todo el tiempo del mundo. El tiempo es una gran resaca que nos trae las náuseas de nuestras angustias pasadas y los delirios de un futuro incierto y mientras tanto nos come las posibilidades del presente, que es el único tiempo que tenemos en realidad.

Nuestra mente nunca está en reposo, siempre nos fluctúa entre el ayer y el mañana. Estar y vivir en presente nos permite extraer el zumo de la seguridad, del amor y de la alegría. Vivir el presente nos devuelve las entrañas del ser. El juego que se trae la mente con revivir el pasado nos provoca una hemorragia de energías y desesperos que no podemos controlar.

La mayoría de las personas no nos centramos en el aquí y ahora, más bien estamos danzando entre lo que podría ser o lo que fue. El pasado y el futuro atrapan nuestra atención, la plenitud del ahora se nos va de las manos. ¿Por qué nos dejamos llevar por esa borrachera de preocupaciones, de desacuerdos y de planes de futuro en un mundo siempre utópico? ¡Cuánto nos vale el vivir el presente!

Es importante aquietar el alma sin esfuerzo y afanes. El estar viviendo el presente basta para sentir calma, paz, seguridad, amor y alegría al instante. Pocas veces hacemos esto, pues no dominamos el pensamiento y enseguida lo derivamos al presente o al futuro, evaluándolo y analizándolo. Al hacerlo el presente se vaporiza y arrastra consigo la presencia del ahora.

Estar y sentirse presente no requiere ningún esfuerzo, simplemente estás. El vivir el tiempo presente es vivir el momento de eternidad que no nos podemos permitir perder. Y la felicidad que reside en el presente, que es lo único que existe, y nadie te la puede arrebatar. En ella encuentras tú verdadero ser, es como el agua que corre en el río que nunca te moja dos veces con el mismo agua. Pero sólo el agua presente te sirve, lo demás corre y agua que corre déjala correr.

El estar aquí es suficiente, atravesando las barreras del tiempo, pasado y futuro. Instálate en la libertad y la dicha en un tiempo sin tiempo que es el presente, como si no tuvieras historia y te sentirías libre y sin peso para volar. No tendrías nada de que defenderte ni compararte, no te verías aprisionado por el mañana, ni te pesaría el pasado. Saborearías las mieles del aquí y del ahora como si fueran un eco de eternidad. El presente es la fuerza del débil y el pasado y futuro es la debilidad del fuerte.

EUSEBIO LÓPEZ

http://mejorandorelaciones.wordpress.com 

No hay comentarios:

Publicar un comentario